Estamos en el año 70 de nuestra era y para Falco es un día como otro cualquiera: hay que deshacerse de algún que otro cadáver, seguir la pista de un complot contra el emperador y conseguir algún pequeño beneficio comerciando con plomo robado. Pero su labor detectivesca e pone sobre el rastro del villano Barnabas, un personaje misterioso que parece tener algo personal contra Falco. Disfrazado de chatarrero, Falco seguirá a Barnabas hasta las dulces orillas de la Bahía de Neápolis donde, en las pacíficas laderas del monte Vesubio, se reencontrará con su amor perdido, Helena Justina. Falco tendrá que perseguir a Barnabas por toda la costa y deberá enfrentarse a peligros, humillaciones y casi a la derrota para capturarlo. Y cuando lo consiga, le espera una sopresa.