La hija de Robert Poste
Sinopsis de La hija de Robert Poste
En La hija de Robert Poste, los padres de Flora han muerto y, a decir verdad, ella no parece demasiado afectada… excepto porque parecían más ricos de lo que eran.
De acuerdo que la muchacha ha heredado la férrea voluntad de su padre y las soberbias pantorrillas de su madre, pero en lo que a bienes materiales se refiere no le han dejado más que una renta ridícula. ¿Qué va a hacer ahora nuestra huerfanita? ¿Ponerse a llorar como una histérica? No. ¿Trabajar de periodista? Ni hablar. ¿Y de apicultora? Menos todavía. Quizá lo mejor sea iniciar una carrera como parásita de algún familiar.
Los Stardakker de Sussex se postulan como la opción más apetitosa: ellos tienen un punto rústico interesantísimo y viven ni más ni menos que en Cold Comfort Farm, allá en la Inglaterra profunda. Allí topará con personajes imposibles, como el padre Amos, que en lugar de referirse a Flora por su nombre la llama «pobre pecadora miserable que te arrastras por el fango»; o Seth, que vive dominado por el despertar de su sexualidad; o la terrible matriarca Ada Doom, que quedó traumatizada la vez que «vio algo sucio en la leñera»…
¿Cómo se las apañará una representante de la frívola aristocracia británica ante ese hatajo de bichos raros? ¿Es posible poner un poco de orden en esa condenada granja?
Sinopsis del libro, por Stella Gibbons, tomada de Amazon
Reseña de La hija de Robert Poste
No pude terminarlo. Lo empecé con ganas pero la protagonista me cayó mal desde el principio, no resulta divertida sino repelente, muy pagada de sí misma.
A lo mejor, en otra ocasión y con otra disposición de ánimo lo hubiese terminado.